jueves, 12 de mayo de 2016

Cierre del VIII Encuentro de los Amigos de la Cultura Celta por el Canciller Enrique Santín


Finalmente, me permito expresar la fascinación, sorpresa y admiración que a todos nos produce la sabiduría y cultura del mundo celta. Por eso, me complace decir con palabras de la doctora Juliette Wood, contenidas en su obra “El libro celta de la vida y la muerte” que “a los celtas les fascinaba la imagen del nudo interminable, como modo de expresar el infinito. Las líneas entrecruzadas en monumentos y manuscritos giran y se cruzan, pero siempre vuelven al punto de partida. El ciclo de la vida, la muerte y el Más Allá, lo representan con un eterno nudo de diseños entrelazados.” Esta representación gráfica de la cosmovisión celta figura en las antípodas de la idea del “eterno retorno” de Nietzsche que niega el sentido transcendental del tiempo lineal, típico y característico de la doctrina judeocristiana, cuyo fin transciende a cada uno de sus momentos.

Haciéndome eco de las anteriores reflexiones deseo, para terminar, que, si como decían los clásicos, “lo que permanece en el recuerdo nunca muere”, tampoco la cultura y sabiduría celta desaparecerán, mientras existan cultivadores tan meritorios y brillantes como los aquí presentes que mantengan siempre vivo y presente su recuerdo.”

Gracias y un abrazo,

Enrique Santín

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